Recuerdo estas palabras del expresidente de Venezuela, Antonio Guzmán Blanco, solidarizándose con el pueblo peruano en plena guerra con Chile: “el pueblo peruano ha luchado y lucha todavía heroicamente, con honra para el patriotismo de Sudamérica. Os doy el pésame por la violación del gran principio de la fraternidad americana”. O cuando miles de peruanos partieron hacia Venezuela para forjarse un mejor futuro en la década de los 70, ya que la dictadura del general Juan Velasco Alvarado no les daba las oportunidades para crecer. De esos gestos no me olvido. Hoy en día los venezolanos están sufriendo una crisis humanitaria de salud, por ejemplo, los productos básicos escasean, no hay medicinas, la electricidad solo está presente en algunos periodos de tiempo, los niños y los enfermos mueren por falta de alimentos, la gente hace cola de hasta “15 horas” para obtener un kilo de arroz, no se respetan los derechos humanos, etc. Si criticas al gobierno te derivan a la cárcel por el hecho de estar en contra de los regímenes que establece Nicolás Maduro, presidente de Venezuela. El 80% de venezolanos lo rechaza, tal cual lo hace María Corina Machado (Coordinadora Nacional de Vente Venezuela): “Maduro ha empujado a la sociedad venezolana al abismo de una brutal, dolorosa e inédita crisis humanitaria, que se traduce en hambre, insalubridad, sufrimiento y muerte”.  

No se trata de “intervenir”, como dice la izquierda representada por el Frente Amplio y liderada por Verónika Mendoza, sino de mostrar nuestra solidaridad con un pueblo que está padeciendo de hambre, con un pueblo que nos ayudó el siglo pasado cuando los peruanos sufrían por las mismas causas, hasta peores. Por todo lo mencionado, espero que nuestros hermanos venezolanos tengan fe y perseverancia, que tarde o temprano, la pesadilla perecerá.